Para la mayoría de los mortales “perder
los nervios” es sinónimo de perder la calma, es decir, ponerse demasiado
nervioso. Otra minoría, a mi modesta manera de ver, relaciona esta expresión
con alcanzar la relajación. Pero yo quisiera introducir una pequeña variación
que he notado en mi misma persona y que me preocupa, estoy perdiendo los
nervios de otra manera. Los nervios son la expresión del miedo, de la duda, del
temor delante de una situación de incertidumbre. Si tienes miedo es porque algo
puede salir mal y en consecuencia tienes nervios, pero la mayoría de veces las
cosas también pueden salir bien. La falta del sentimiento de esos nervios
implica el sentirse un poco menos, el arriesgar cada vez peor, tener apuestas
cada vez más bajas. La falta de nervios es quedarte en casa por si llueve
cuando puede estar haciendo un sol radiante.
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