viernes, 26 de septiembre de 2014

NOS MORIMOS

Nos morimos, seamos más o menos conscientes, lo queramos pensar o no, cada día morimos un poco. Todos vamos hacia el mismo mar, demos más o menos vueltas en los afluentes. La gracia de todo esto es que nadie sabe cuánto tiempo le queda de vida, incluso aquellos que creen saber cómo deshacerse de ella o esos a los que les hayan dado ya la fecha de caducidad, ninguno lo sabe con seguridad.

Nadie sabe cuánto se muere al año, al mes, a la semana o al día, ni qué parte proporcional de su vida se ha muerto ya. Seguramente sea por este motivo por el que insistimos en algunas historias tan improductivas como inútiles, será por eso por lo que disfrazamos nuestros miedos de sensatez y nuestras pasiones de cordura.

No saber cuánto nos morimos por unidad de tiempo no debería hacernos olvidar que lo estamos haciendo en mayor o menor medida. Si fuéramos siempre conscientes de esa pérdida, si tuviéramos presente que nos estamos muriendo, sería mucho más fácil saber valorar si estamos gastando nuestro tiempo en algo que realmente vale la pena, si merece lo que proporcionalmente estás muriendo, si es digno de lo que ya no podrás recuperar jamás.


J.

domingo, 17 de agosto de 2014

CUANDO NO ÉRAMOS SINCEROS

Cuando no éramos sinceros nos veíamos más y nos tocábamos menos.
Cuando no éramos sinceros no nos atrevíamos a decir que queríamos hacerlo al revés.
Cuando no éramos sinceros perdíamos el tiempo en conocernos mejor.
Cuando no éramos sinceros nos veíamos por vernos aunque quisiéramos hacerlo de más cerca.

Ahora que somos sinceros sólo nos vemos a milímetros.
Ahora que somos sinceros sabemos por dónde queremos tocarnos pero ya no tenemos nada que esconder.
Ahora que somos sinceros ya apenas nos vemos.
Ahora que somos sinceros se te ha olvidado quién soy, por saberlo demasiado.
Ahora que somos sinceros, no lo hubiera sido jamás.

J.

sábado, 14 de junio de 2014

FRASEANDO (III)

El gran error es tratar a alguien por quién tú quieres creer que es y no por quién realmente es.

J.

jueves, 24 de abril de 2014

FRASEANDO (II)

Entre el no necesitar a nadie y el no esperar nada de ellos se encuentra la felicidad.


J.

viernes, 14 de marzo de 2014

APOLOGÍA DEL YO

Que nunca te sientas menos, que siempre seas más por ser tú. Que la falta de compañía no te haga ser menos tú mismo, sino mucho más. Que la idea de ser más mitad no te haga ser más incompleto, que te quieras más y te faltes menos. Que los momentos de debilidad no se apoderen de ti, que querer más es perder más aún. Que te quieras más contra menos te quieran querer, que te vendas mucho mejor de lo que nadie te quiera comprar, que lo mismo algún día tengas suerte. Que te muestres menos solo de lo que te sientes, que se den menos cuenta aún. Que no creas en lo del amor verdadero, que no se lleva. Que no entiendas eso de que tu felicidad dependa de otra persona, porque nadie tiene por qué venir a joderte desde fuera todo tu yo de dentro. Que aprendas a valorar la soledad, que solo se está bien (casi) todo el rato. Y sobre todo que te quieras mucho más que cualquiera, que nadie te va a querer mejor que tú, ni peor.


J.