martes, 17 de julio de 2012

MIEDOS O ALGO QUE PERDER



¿Qué nivel de gigantez puede llegar a tener nuestra coraza? ¿Hasta qué punto puede el ser humano dejar de sentir ilusión? ¿Durante cuánto tiempo se puede vivir sintiendo menos de lo que nos toca? ¿De verdad se puede ser impermeable a la lluvia del sentimiento? ¿Cuanto más enterrado tienes un sentimiento más te cuesta sentirlo? ¿…o realmente solo lo quieres creer y está deseando desenterrarse por mucho lastre que le pongas encima?

Me gustaría creer que los palos que te da la vida son recompensados y que sirven para algo más que para ser más desconfiado. Pero lo cierto es que con tanto traspiés últimamente me fijo demasiado en donde piso y acabo por no ver lo que tengo delante de las narices. Las ilusiones se me consumen en un abrir y cerrar de ojos, lo justo entre paso y paso,  para mirar al maldito suelo y no perder el equilibrio.

He llegado a un punto en el que tengo miedo a sentir, un miedo mucho más longevo, un miedo que persiste mucho más en el tiempo a cada año que pasa. Y es de esta manera que vengo para decirte que te tengo miedo. Es verdad que es un miedo que me da vida, pero un miedo al fin y al cabo.

Me gusta pensar que cuando se tiene miedo es porque se tiene algo que perder y quizá va siendo hora de reconocer que tengo unas ganas tremendas de tener muchas sonrisas, muchas caricias y muchos abrazos, que perderte.

J.

No hay comentarios:

Publicar un comentario