“Que
tinguis sort” es lo que mi yo de hace un tiempo le debió decir a mi yo de
ahora, pero no le ha ido demasiado bien al pobre. La verdad es que nunca me
había dado cuenta de hasta qué punto realmente estoy estancado ni de que,
posiblemente, hasta vaya acangrejado.
La causa de lo que esto que digo es consecuencia es del hecho de haberme puesto
a leer lo que escribía hace un año o algo menos, y tengo que decir que me he enamorao de mi antes y que mi ahora me
aburre. Me aburre tanto que no me sale ni qué sentirme. Mis “me molo” no se han
quedado en mis “me molaba” sino que se han dado cuenta de que ahora son “me
mola”, sí él, el de antes.
Esto de estar estancado aburre,
estás soso y no sabes ni por dónde encontrarte algo de gusto, aunque sea a
rancio. Me he dado cuenta de que estoy lleno de nadas y que ni siquiera me he
atrevido a reconocerlo. Estoy solo, y vacío. Vacío de emociones y de
motivaciones, sin nada realmente importante ni nada que carezca de un mínimo de
esta importancia como para que sea capaz de salir de mi vida, solo quedan
cenizas de lo que fueron llamas vivas en mi vida, pero siguen manchando. No me
veo dentro de un par de años, más allá de seguir estancado sin saber hacia
dónde remar y sintiendo que realmente el mar me lleva dónde él quiere sin
servir de nada hacia donde yo quiera hacerme ir.
Estoy seguro de que casi todos los que
leéis esto sabéis de lo que hablo, lo que es ahogarse en una cotidianidad
amargante y aburrida sin un horizonte claro, porque en mi vida hay una niebla
que echa para atrás, y algunos también os estaréis preguntando ahora:¿Cómo
encuentro motivaciones necesarias para dejar de estar dónde estoy? ¿Voy hacia
donde quiero ir? ¿Realmente tengo que pensar que mi mejor momento ya ha
pasado…?
J.