jueves, 26 de mayo de 2016

POR NO GIRAR


POR NO GIRAR

Por no girar me apago
Por no girar me pierdo
Por no girar veo algo,
pensando que fue nada

Por no girar no siento
Por no girar te obvio
Por no girar te veo,
por dónde nunca estabas

 Por no girar no lloro
Por no girar ya no
Por no girar pregunto,
por no girar por qué

Por no girar, perdido
Por no girar con quién
Por no girar olvido,
aquello del querer 

lunes, 15 de junio de 2015

TE QUIERO, HOY

Te quiero, hoy

Labios precoces,
importa el qué,
noches de roce,
y no con quién.

Sí, te quiero a mí,
hasta otra noche,
quizás yo esté
haciendo derroche,
rondando sin ti.

martes, 19 de mayo de 2015

LLUVIA

Llueve. La lluvia dentro de él ha hecho evidenciar lo gris de su existencia. Ha empezado a disfrutar el olor de la humedad. Su cielo completamente tapado no deja un hueco por donde dejar pasar la luz. Hace tiempo que cree que ya ni la añora.

A los lejos, dos pájaros revolotean. Se los queda mirando. No sabe si ellos prevén el final de la lluvia o sólo se apresuran a buscar cobijo, ese cobijo que para él no existe. La duda le atormenta. Mira al cielo, hoy tampoco parece que vaya a dejar de llover.


J

martes, 17 de febrero de 2015

CAMBIO CONSTANTE

Éste que ahora te escribe no es ni siquiera el que firmará estas palabras, imagínate si es el que lo lee.

J

viernes, 26 de septiembre de 2014

NOS MORIMOS

Nos morimos, seamos más o menos conscientes, lo queramos pensar o no, cada día morimos un poco. Todos vamos hacia el mismo mar, demos más o menos vueltas en los afluentes. La gracia de todo esto es que nadie sabe cuánto tiempo le queda de vida, incluso aquellos que creen saber cómo deshacerse de ella o esos a los que les hayan dado ya la fecha de caducidad, ninguno lo sabe con seguridad.

Nadie sabe cuánto se muere al año, al mes, a la semana o al día, ni qué parte proporcional de su vida se ha muerto ya. Seguramente sea por este motivo por el que insistimos en algunas historias tan improductivas como inútiles, será por eso por lo que disfrazamos nuestros miedos de sensatez y nuestras pasiones de cordura.

No saber cuánto nos morimos por unidad de tiempo no debería hacernos olvidar que lo estamos haciendo en mayor o menor medida. Si fuéramos siempre conscientes de esa pérdida, si tuviéramos presente que nos estamos muriendo, sería mucho más fácil saber valorar si estamos gastando nuestro tiempo en algo que realmente vale la pena, si merece lo que proporcionalmente estás muriendo, si es digno de lo que ya no podrás recuperar jamás.


J.

domingo, 17 de agosto de 2014

CUANDO NO ÉRAMOS SINCEROS

Cuando no éramos sinceros nos veíamos más y nos tocábamos menos.
Cuando no éramos sinceros no nos atrevíamos a decir que queríamos hacerlo al revés.
Cuando no éramos sinceros perdíamos el tiempo en conocernos mejor.
Cuando no éramos sinceros nos veíamos por vernos aunque quisiéramos hacerlo de más cerca.

Ahora que somos sinceros sólo nos vemos a milímetros.
Ahora que somos sinceros sabemos por dónde queremos tocarnos pero ya no tenemos nada que esconder.
Ahora que somos sinceros ya apenas nos vemos.
Ahora que somos sinceros se te ha olvidado quién soy, por saberlo demasiado.
Ahora que somos sinceros, no lo hubiera sido jamás.

J.

sábado, 14 de junio de 2014

FRASEANDO (III)

El gran error es tratar a alguien por quién tú quieres creer que es y no por quién realmente es.

J.