domingo, 17 de agosto de 2014

CUANDO NO ÉRAMOS SINCEROS

Cuando no éramos sinceros nos veíamos más y nos tocábamos menos.
Cuando no éramos sinceros no nos atrevíamos a decir que queríamos hacerlo al revés.
Cuando no éramos sinceros perdíamos el tiempo en conocernos mejor.
Cuando no éramos sinceros nos veíamos por vernos aunque quisiéramos hacerlo de más cerca.

Ahora que somos sinceros sólo nos vemos a milímetros.
Ahora que somos sinceros sabemos por dónde queremos tocarnos pero ya no tenemos nada que esconder.
Ahora que somos sinceros ya apenas nos vemos.
Ahora que somos sinceros se te ha olvidado quién soy, por saberlo demasiado.
Ahora que somos sinceros, no lo hubiera sido jamás.

J.

No hay comentarios:

Publicar un comentario