Los días, las semanas, los meses, los años, las vueltas al cole y como no
podía ser menos tu vida y la mía. Dale las vueltas que quieras que siempre
volverás dónde estabas. Hoy puedes estar arriba y mañana abajo, incluso te
puedes despertar comiéndote el mundo y que por la noche sea el mundo el que se
te coma a ti.
Me encanta esa gente que te dice que no esperes nada, que todo llega. Me
encantan porque me lo dejan todo mucho más fácil si no aplican aquello de
consejos vendo que para mí no tengo. Ellos que no hagan nada que yo seguiré midiendo
cada paso y haciéndolo preciso y sabiendo esperar lo peor para poder apreciar
lo mejor.
Dicen que si quieres algo, luches por ello. Puede que muchas veces lo mejor
sea no demostrarlo, ese es otro tema ya que no quiero hablar de la estupidez
humana, pero no dejes de hacerlo.
Y volviendo al tema principal y para acabar, como todo guarda una periodicidad, una gran
estrategia es saber dejar tu culo a salvo, que tus euforias no te hagan olvidar
tus tocadas de suelo porque nunca sabes cuándo volverás a caer y ve con cuidado
porque podría ser que lo hicieras solo y un resbalón convertirse en la hostia
de tu vida, esas que ya no niegan un beso, sino una mano que te levante.
J.
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